Alcachofas
- Familia: Asteráceas (Compuestas)
- Descripción: La alcachofa es una planta herbácea perenne perteneciente a la familia de las asteráceas. Se caracteriza por tener un tallo robusto y ramificado, hojas grandes y espinosas, y una inflorescencia compuesta por capítulos que contienen las flores. La parte comestible de la alcachofa son los capítulos inmaduros, conocidos como «receptáculos», que se consumen antes de que se abran y desarrollen las flores. Estos capítulos tienen un sabor suave y delicado.
- Crecimiento: La alcachofa es una planta perenne que puede alcanzar una altura de hasta 1.5 metros. En su primer año de crecimiento, se forma una roseta de hojas y en el segundo año, se desarrollan los tallos florales que producen los capítulos. El cultivo de la alcachofa requiere paciencia, ya que tarda varios años en alcanzar su pleno rendimiento.
- Cuidado y necesidades: La alcachofa es una planta resistente que requiere un clima mediterráneo o templado para crecer adecuadamente. Prefiere temperaturas moderadas, entre 15 y 25ºC, y no tolera bien las heladas. Necesita suelos profundos, ricos en materia orgánica y bien drenados. Requiere un riego regular para mantener el suelo ligeramente húmedo. Además, es importante proporcionarle suficiente espacio para que se desarrolle, ya que las plantas de alcachofa necesitan un espacio de al menos 1 metro entre ellas.
- Propiedades nutritivas: La alcachofa es una hortaliza muy nutritiva y baja en calorías. Es una excelente fuente de fibra dietética, vitamina C, vitamina K, folato, magnesio y antioxidantes. También contiene compuestos beneficiosos, como cinarina, que se ha asociado con la protección del hígado y la estimulación de la producción de bilis. La alcachofa se considera beneficiosa para la digestión, la función hepática, la salud del corazón y la regulación del azúcar en la sangre. También se ha utilizado tradicionalmente como diurético y para promover la pérdida de peso.